lunes, 24 de octubre de 2011

Madrid: Un mes después de mi llegada.

Llegar a una ciudad desconocida, en un país desconocido y en un continente diferente es, desde el principio, una experiencia difícil. En mi afán por cursar fuera de mi país algunas materias de mi carrera, he venido a Madrid, España. Sin duda desde los preparativos las cosas pueden tornarse complicadas pero si se tiene el interés y la perseverancia se puede conseguir al final. Hace poco más de un mes que llegué a Madrid, capital de España y la ciudad más importante junto con Barcelona en el país. Me parece que es la que cuenta con el mayor número de habitantes también; habitantes que desde el principio dejan huella en la vida de uno. En comparación a México, la gente aquí suele ser más fría, un poco más cortante, obviamente sin generalizar, ya que puedes encontrar de todo, como en cualquier otro lugar del planeta.

El choque cultural no es tan fuerte o al menos no lo he sentido así, que hablemos el mismo idioma es una ventaja enorme, aun que, claro está, hay mucha diferencia entre el castellano y lo que nosotros, en México, llamamos español. Escuchando a las personas de acá, me he dado cuenta como se ha ido deformando el idioma con el tiempo y de acuerdo a la  región, es algo normal me parece, así pasó con el mismo latín en tiempos antiguos y hoy en día conocemos las lenguas romances. Me gusta este idioma, refiriéndome al 'español', lo he confirmado totalmente. 

La forma de vida, al menos en Madrid me iniquieta un poco, tengo que confesarlo. La gente está acostumbrada a vivir en departamentos, no en casas como es común en México. Toda la ciudad está llena de edificios con estos 'pisos' y aun gente adulta suele compartir el departamento con más personas y esto es algo que en realidad no me agrada mucho, prefiero la casa o en dado caso un departamento pero no compartirlo con cualquier desconocido que quiera un cuarto, en fin, son costumbres y de todo se aprende.

Algo que si me tiene totalmente satisfecho es el transporte público, una maravilla definitivamente que puedas moverte por TODA la ciudad y en los suburbios, por metro o autobus, es un sistema que está bien hecho y se le ha invertido, me imagino, una gran cantidad de dinero. Me encantaría que en Monterrey hubiese un sistema de transporte como este, ya que así el tránsito de automóviles sería mucho más fluído, evitando congestionamientos viales y por ende bajarían los índices de contaminación causados por éstos. 

En lo político y económico pues no hay mucha diferencia, todos sufren de la tan afamada crisis, la educación, al igual que en México, es descuidada por el gobierno y últimamente se les ha restado presupuesto para ese aspecto. Los jóvenes estudiantes acá han protestado día tras día, la universidad a la que asisto se encuentra totalmente rayada con mensajes de protesta, huelgas e indignación por parte de grupos anarquistas, acción que en verdad me ha impresionado y admirado, no por el hecho de rayar una pared, sino porque aquí quieren hacer valer sus derechos como estudiantes y expresar cualquier inconformidad o anomalía que obseerven en sus instituciones educativas o gubernamentales, cosa que en Monterrey no sucede a menudo, sabiendo la burocracia y la mentira en la que se envuelven muchas instituciones.

Por el momento esto ha sido lo que se me ha quedado grabado en el tiempo que llevo aquí, me quedan unos cuantos meses más y espero poder aprender lo máximo, mi conclusión parcial sobre esto es que es una experiencia difícil pero vale la pena vivirla, sin más.

Fernando Fernández.