lunes, 24 de octubre de 2011

Madrid: Un mes después de mi llegada.

Llegar a una ciudad desconocida, en un país desconocido y en un continente diferente es, desde el principio, una experiencia difícil. En mi afán por cursar fuera de mi país algunas materias de mi carrera, he venido a Madrid, España. Sin duda desde los preparativos las cosas pueden tornarse complicadas pero si se tiene el interés y la perseverancia se puede conseguir al final. Hace poco más de un mes que llegué a Madrid, capital de España y la ciudad más importante junto con Barcelona en el país. Me parece que es la que cuenta con el mayor número de habitantes también; habitantes que desde el principio dejan huella en la vida de uno. En comparación a México, la gente aquí suele ser más fría, un poco más cortante, obviamente sin generalizar, ya que puedes encontrar de todo, como en cualquier otro lugar del planeta.

El choque cultural no es tan fuerte o al menos no lo he sentido así, que hablemos el mismo idioma es una ventaja enorme, aun que, claro está, hay mucha diferencia entre el castellano y lo que nosotros, en México, llamamos español. Escuchando a las personas de acá, me he dado cuenta como se ha ido deformando el idioma con el tiempo y de acuerdo a la  región, es algo normal me parece, así pasó con el mismo latín en tiempos antiguos y hoy en día conocemos las lenguas romances. Me gusta este idioma, refiriéndome al 'español', lo he confirmado totalmente. 

La forma de vida, al menos en Madrid me iniquieta un poco, tengo que confesarlo. La gente está acostumbrada a vivir en departamentos, no en casas como es común en México. Toda la ciudad está llena de edificios con estos 'pisos' y aun gente adulta suele compartir el departamento con más personas y esto es algo que en realidad no me agrada mucho, prefiero la casa o en dado caso un departamento pero no compartirlo con cualquier desconocido que quiera un cuarto, en fin, son costumbres y de todo se aprende.

Algo que si me tiene totalmente satisfecho es el transporte público, una maravilla definitivamente que puedas moverte por TODA la ciudad y en los suburbios, por metro o autobus, es un sistema que está bien hecho y se le ha invertido, me imagino, una gran cantidad de dinero. Me encantaría que en Monterrey hubiese un sistema de transporte como este, ya que así el tránsito de automóviles sería mucho más fluído, evitando congestionamientos viales y por ende bajarían los índices de contaminación causados por éstos. 

En lo político y económico pues no hay mucha diferencia, todos sufren de la tan afamada crisis, la educación, al igual que en México, es descuidada por el gobierno y últimamente se les ha restado presupuesto para ese aspecto. Los jóvenes estudiantes acá han protestado día tras día, la universidad a la que asisto se encuentra totalmente rayada con mensajes de protesta, huelgas e indignación por parte de grupos anarquistas, acción que en verdad me ha impresionado y admirado, no por el hecho de rayar una pared, sino porque aquí quieren hacer valer sus derechos como estudiantes y expresar cualquier inconformidad o anomalía que obseerven en sus instituciones educativas o gubernamentales, cosa que en Monterrey no sucede a menudo, sabiendo la burocracia y la mentira en la que se envuelven muchas instituciones.

Por el momento esto ha sido lo que se me ha quedado grabado en el tiempo que llevo aquí, me quedan unos cuantos meses más y espero poder aprender lo máximo, mi conclusión parcial sobre esto es que es una experiencia difícil pero vale la pena vivirla, sin más.

Fernando Fernández.

miércoles, 27 de julio de 2011

El azul de tu alma.


Me encontraba sentado en el suelo de un cuarto cuyas altas paredes se mostraban de un color azul no muy fuerte pero tampoco muy claro, era un tono que no molestaba la vista, que simplemente te dejaba verlo y sentir cualquier cosa que tu mente decidiera. En fin, mientras estaba ahí de las cuatro esquinas del cuarto entraban unos delgados ases de luz que coincidían en el centro de la habitación formando un pequeño círculo luminoso, parecía luz solar pero no calentaba tal cual. Yo miraba fijamente ese círculo pero nada pasaba, sólo estaba ahí, inerte sin movimiento, llevaba horas viéndolo y no había ninguna reacción. A mi lado aparecieron unas hojas que brillaban por tanta blancura, aquél papel estaba listo para ser pintado pero no tenía con que, si sólo tuviera un lápiz o una pluma, pensé y de pronto sentí algo al otro lado de mí. Un pequeño lápiz, desgastado, sin borrador, una punta muy corta pero parecía servir así que lo tomé junto con una hoja y comencé a escribir un montón de palabras que pasaban por mi mente sin ninguna coherencia. Así llené dos hojas por sus dos lados, era una escena extraña, estar recargado a esa pared y simplemente estar escribiendo palabra tras palabra sin ninguna idea de lo que estaba haciendo, era como si aquel lápiz tuviera vida propia y estuviera manipulando mi mano. Un poco antes de terminar la tercera y última hoja me detuve, sin más, no supe que más escribir, mi mente se había vaciado por completo y ahora solo había una nube negra entre la mente y mis ojos, mi vista se nubló por un momento y sólo pude cerrar los ojos, las demás partes de mi cuerpo no me respondían, intenté tanto que me cansé y como había cerrado mis ojos mi cuerpo de pronto encontró descanso y me dormí sin pensar más. No sé cuánto tiempo pasé inconsciente o dormido pero al momento que desperté no me encontraba en aquél cuarto azul, ya no estaba entre esas cuatro paredes y el círculo luminoso había desaparecido. Ahora era todo diferente ese azul prevalecía pero en el cielo y éste contrastaba con el verde pasto del campo que pisaba, me sentía tan confundido no sabía si soñaba o si era en verdad, ni siquiera entendía como había llegado a aquel cuarto azul pero ahora lo que pasaba por mi mente era ese gran paisaje, un horizonte bellísimo lleno de color, montañas en el horizonte que podían tapar el Sol en gran parte. Era feliz, me sentía en paz, a gusto con el lugar y conmigo mismo pero seguía incrédulo, con una incertidumbre porque no entendía lo que estaba pasando. Escuchaba música en el ambiente, un conjunto de violines y un piano hacían que mi mente se perdiera de pronto en una armonía maravillosa, algunos creyentes dirían que estaba en el paraíso del que tanto se habla en la religión. Cuando decidí enfocarme en lo que veía comencé a caminar a tratar de reconocer el campo y buscar alguna señal de vida pero eso nunca sucedió, estaba solo y no sabía qué hacer. Intenté calmarme y seguir avanzando, conocer el lugar, acoplarme. Corrió una fuerte ventisca que pude soportar gracias a que un gran árbol me dio algo de cobijo, fue un instante para que después volviera la calma. Frente a mí, a unos cuantos metros de distancia observé un resplandor y corrí  a ver de lo que se trataba y fue tal mi sorpresa que me paré inmediatamente. Eran las hojas en las cuales había escrito todas esas palabras cuando me encontraba en el cuarto azul, seguían igual, muy blancas pero con aquellas palabras escritas a lápiz. Al momento que las tomé, las palabras comenzaron a moverse de un lado para otro, de arriba hacia abajo y algunas en círculos; solté las hojas y me aparté, la verdad es que me había asustado al ver eso, no es algo que pasara muy a menudo con las hojas normales. Pensé que en la situación tan extraña en la que me encontraba unas cuantas hojas no me podrían hacer daño así que me acerqué nuevamente y las tomé. Algo increíble había pasado, las palabras que había escrito previamente se habían movido de tal manera que se dibujó un rostro, el de una mujer para ser exacto, podría describirla pero perdería el encanto que posee. El grafito del lápiz dejó de verse gris para transformarse en un azul oscuro, casi negro y aquella fémina que parecía verme directo a los ojos me cautivó y no pude dejar de mirarla. Las hojas se tornaron en un azul más claro que permitían diferenciar la imagen del fondo. Mientras veía incrédulo aquellos pedazos de papel un estrepitoso trueno retumbó en el cielo y la lluvia no esperó más tiempo y comenzó a mojar todo a su alcance, yo, parado en medio de la nada, sin ningún refugio cercano decidí sentarme en el pasto y esperar a que la lluvia terminase su cometido, sólo que no tuve tiempo para ver eso ya que mientras más agua caía sobre mí, vi como me iba disipando, las hojas que tenían en mi mano se fueron deshaciendo como si les hubiesen prendido fuego y mi cuerpo fue filtrándose en la tierra como si la estuviese fertilizando, no podía hacer nada, me sentí atrapado pero siempre tranquilo, entre más entraba en la tierra mi corazón latía más lentamente, llegó un momento en que sólo pude ver como mi vista se oscurecía y no supe más. Abrí mis ojos, todo era normal, estaba en mi cuarto, sentado en la cama y con una foto tuya entre mis manos. Me quedé callado unos segundos y comprendí totalmente. Tu foto, ese rostro que vi formado por letras, me había transportado hacia otra dimensión, a otro mundo sin duda pero no sabía a dónde exactamente. Dejé la fotografía a un lado y me percaté que al reverso de ella decía “La reflexión es el ojo del alma” y fue ahí cuando todo se aclaró para mí. Era tu alma, aquellos lugares, el cuarto azul, el campo verde, la lluvia, el hermoso paisaje, el pacífico cielo, la poderosa tierra que me había tragado; eras tú en todas tus facetas, en todos tus colores, pero sobre todo, en el azul, tan engañoso a veces, tan serio pero a la vez tan alegre. Había estado en un viaje que me hizo conocerte un poco más, me hizo ver el azul de tu alma. 

Fernández.

sábado, 4 de junio de 2011

Cuatro lineas.

Hoy, tan sólo escribiré cuatro lineas,
no diré más de lo que debo,
más sigo pensando en tu mirada ignea,
y en la música como un placebo.

Fernández.

sábado, 21 de mayo de 2011

El caminante

Fui desterrado, humillado, mis lágrimas mojaron el suelo. Tuve que empezar un nuevo camino, totalmente a oscuras, sentí el frío de la soledad pero también su cálido abrazo, pensé en desistir, no buscar más allá, quedarme inerte donde estaba y así me mantuve durante buen tiempo. Comencé  a darme cuenta que soy un caminante, es lo que hago, caminar, conocer, aprender; sin importar el día, el clima, la hora o el estado emocional en el que me pueda encontrar. Sólo me hacía falta ese motivo, que de pronto fui identificándolo aun que era borroso e intermitente y era difícil mantenerlo cerca. No lo pensé más y empecé a caminar, tomé lo necesario en una bolsa y lo colgué en mi espalda, había viento, todo era perfecto. Me encontré en aquel momento andando por un rumbo desconocido, confundido, no sabía que buscar o hacia donde ir, pero recordaba ese borroso motivo, ese que no quería aclararse en mi mente, quizá yo mismo estaba reprimiéndolo, algunos temores invadíeron mi cabeza en ese instante y tuve que parar, me senté en ese áspero suelo que recorría y por varias horas sólo podía ver esos miedos en mi cabeza, me pasé analizando la situación todo el tiempo; pasado, presente y futuro. No sabía si podría continuar, me pareció, por un momento, que quedarme sentado sería la mejor opción. Después de un largo tiempo alcancé a divisar una pequeña luz a lo lejos, de alguna manera llenó mi espíritu lo suficiente para levantarme y seguir, y así fue. Entre más me acercaba a esa luz más miedo me daba, en mi pecho tenía una sensación de preocupación, de intriga y de desesperanza, cuanto más cerca me encontraba eran más mis ganas de regresar y olvidarme de ella, la luz, pero no podía, era casi hipnotizante, como si alguien me tomara de las manos y me condujera hacia ella sin que yo pudiera oponer alguna resistencia, solamente mental. Pero llegué, que maravillosa luz, no era como cualquiera, había visto otras desde que había sido desterrado y ésta me hacía sentir diferente, eran demasiadas emociones, buenas y malas, tanto de alegría como de preocupación, creo que eso fue lo que me llenó al momento, la radicalidad emocional, el cambio extremo de pronto. Claro está que esa luz no era exclusiva para mí, lo que empezó como un rayo delgado de luz se convirtió en un largo camino que dejó de brillar tanto para verlo más real, crudo, tal como es y la verdad es que más me gustó así que decidí entrar en él y solamente andar, caminar, conocerlo a fondo, quería saber hacia donde me podría dirigir. Y es aquí donde me encuentro actualmente, sentado en una piedra, descansando, esperando al Sol para poder continuar, este camino es difícil, tiene muchos obstáculos, algunos los he podido pasar, otros aun tengo que resolverlos, que gran tarea. Espero tener las fuerzas necesarias para poder ver el final. Por ahora cerraré mis ojos, trataré de dormir y soñar con ese horizonte tan hermoso y prometedor, ese horizonte que he visto a lo lejos, muy lejos y que quisiera algún día poder contemprarlo en toda su belleza, tan particular y peculiar como es. Dormir en estos momentos quizá sea lo mejor que pueda hacer.


Permíteme recorrer el sendero de tus piernas, este caminante está buscando nuevas tierras, déjame descansar en las praderas de tu espalda y disfrutar la brisa de tus costas soleadas.

domingo, 1 de mayo de 2011

Camaleón

Como el Sol por la mañana
y los colores al atardecer,
como la lluvia en mi ventana
y la Luna al nochecer.

Como el mar roza en la playa,
tu sonrisa sugiere lo mejor,
mis brazos pueden ser tu talla,
mis ojos son el diseñador.

He vuelto a soñar contigo,
sentido el látigo de tu presencia,
tu lejana voz ha cautivado
al espíritu de mi demencia.

En un camino tan difícil
es seguro que he de aprender,
que no siempre se puede ser dócil
pero frente a tí podría ceder.


Fernando Fernández.

sábado, 30 de abril de 2011

Cuando el Sol cae.

Comienzo por decir que ni siquiera puedo expresar por completo lo que por mi cabeza da vueltas en este momento, había pasado tiempo sin experimentar estas sensaciones y es verdad que me gusta sentirlas pero es un tanto peligroso. Quiero continuar en este camino pero ciertas barreras me impiden, al menos psicológicamente, seguir. Ya no se si escribir un poema, si solamente contar lo que pienso o si permanecer callado, víctima de mis deseos, es verdad que siento miedo, pero uno especial, no es algo que me preocupe, más bien me intriga, mi mente, tan estúpidamente ingenua a veces pero tan fría y racional otras tantas. Por ahora no hay otra cosa en la que pueda pensar, nada me distrae, no hay música, bebida, comida, recreación que pueda separarme de esta situación. No es nada facil aprender a vivir sin tomar en cuenta los sentimientos, no soy un niño, ya no me siento un adolescente y ciertamente estoy lejos de ser un adulto mayor. Mi dulce tormenta, como resistirla, no importa que tan fuerte pueda recibir el impacto, quiero estar ahí, no importa cuales puedan ser las consecuencias de mis actos y eso lo tomo en cuenta siempre, pero hoy no, esta noche es diferente, hoy me resguardo bajo un manto oscuro con cuerpos brillantes. ¿Qué tan lejos puedo llegar? ¿Cuál  será la distancia que me permitas recorrer? Algunos lo llaman destino, a mí no me gusta pensar en eso, estar predispuesto a algo me hace sentir inútil totalmente. Pero es tan difícil desear algo y aun peor, sentir la posibilidad de alcanzarlo pero siempre con la duda, con el golpeteo de la concienca en la mente y en el pecho. Nadie rige mis actos más que yo mismo, entonces, me pregunto, cuál sería el problema si lo que hago estaría registrado por mí. ¡Ayúdame! ¿Cuánto tiempo hay que esperar? Quiero recorrer ese camino, me muero de ganas, me he visto caminando a través de sus largas y hermosas veredas, rozando el aire con los dedos, escalar las perfectas montañas en ese horizonte, perderme en las misteriosas cuevas que percibo desde lejos. Quiero ser un aventurero desinteresado pero mis ojos ya no distinguen entre lo que deseo y lo que puedo tener, lo real y lo que no es, fantasía y razón.

lunes, 14 de marzo de 2011

De dos en dos.

Dentro de este cuerpo se esconde un bólido en llamas
estoy listo para escribir, listo para morir en cama
me corto con palabras, me desangro en el papel
no nivelo la balanza, mi esperanza está en tu piel
estoy pareado por mis pareados, no se si me entiendes
los vagos van de lado a lado nada los sorprende
disfruto mi soledad pero en verdad quisiera verte
es triste la realidad, no hay caridad ni tanta suerte

Salgo a la calle y camino cabizbajo
no es por miedo, ver la realidad cuesta trabajo
mi silencio duele más que el de una pareja con problemas
dejare el cigarro me esta haciendo tantas flemas
la música que ofrezco no tiene cabida en ventas
la calidad del mensaje para mi eso es lo que cuenta
ya no hay sitio tranquilo para poderme relajar
soy las fauces de una bestia dispuestas a masticar

Escribo y me derrito bajo este sol asfixiante
prefiero no salir, no encuentro nada interesante
todas las noches duermo, pero nunca descanso
quizás estoy enfermo y es por eso que no avanzo
prefiero ir a clases y aprender algunas cosas
tengo un montón de frases que son como vino y rosas
cuento con las ganas pero suerte no la tengo
contare mis canas al final, seré un realengo.

Tengo dos inseparables compañeras, sabes,
soledad y música son grandes amistades
dentro  de mi cuarto hay ideas inteligentes
y también problemas como los de medio oriente
llevo  ya dos décadas viviendo en este mundo
y cada vez veo más caras desencajadas a este punto
son versos de dos en dos y me gusta el concepto
dos y dos son cuatro y cuatro años llevo en esto.

Fin del capítulo.

Traeme un vaso de whisky o traeme una cerveza,
dame papel y pluma para vaciar mi cabeza,
no quiero pensar que desperdicias tu tiempo,
imaginando cosas, la verdad es un invento.
 
En el fondo de el abismo cambie mi perspectiva,
suelo ser frio y  se que no te motiva,
todas mis tristezas las he pintado al óleo
lo siento, mereces el tiempo que no poseo.
 
Me rasco la cabeza, tengo una desicion por tomar,
siento ser un verdugo que no piensa perdonar,
un momento de alegria suele ser agradable,
un minuto de tristeza es interminable.



viernes, 11 de marzo de 2011

¡Otra vez tu!

Es después de unas cervezas y cigarros, cuando ya me encuentro tranquilo, en silencio, cuando ya puedo despejar mi mente y comenzar a pensar de nuevo y siempre es el mismo pensamiento, el primero que aparece en mi cabeza, es el de siempre, creo que ya he aprendido a vivir con eso pero no se cuanto tiempo más resista, a veces llega a molestar, la monotonía no aplica en mis pensamientos, siempre hay algo diferente, pero ese en específico, desde hace tiempo lo estoy viendo dentro de mí. Parecerían tonterías de adolescente, ya no me sientoo en esa época, esta vida ha hecho sus cambios, el tiempo ya causa estragos y aun que soy joven aun, no soy ingenuo, mi mente lleva un buen proceso de maduración. Mis sentimientos no gobiernan mis acciones, cierto que tengo pasiones y son bastante fuertes, pero se controlarlas, por más difícil que sea la situación, he enfríado mi sangre en los momentos que lo he requerido. Pero tu, tu siempre has sabido como romper con mis reglas, siempre has sabido el código para descifrar la combinación de mis pensamientos, no entiendo porque, ahora que te veo tan lejos, cuando menos posibilidad hay de que puedas afectar de buena o mala manera mi tan común vida, sucede, apareces de la neblina, tu semblante causa el daño necesario y se retira. Todo lo que tengo y no que no, me lo he buscado, lo he deseado, he querido probar cada sensación, cada sentimiento, he querido saborear la soledad, la tristeza, la alegría, el enojo, el odio y hasta el amor, éste último es el más difícil que he enfrentado, junto con la soledad son los que más trabajo me han costado asimilar, no quiero parecer un experto de mil vidas pero en mis años de vida, he podido experimentar muchos sentimientos y no me arrepiento de ninguno, eso es lo mejor creo yo. Podría seguir escribiendo cada línea que se atraviesa por mi mente pero estoy seguro que diría cosas que no tienen sentido nombrar, una hora, un día, un mes, años ya ocurridos es tiempo que no regresará y eso es seguro. "El tiempo sigue y esa es la verdad absoluta" no tengo objeción ante eso, si el tiempo corre es porque en verdad lo hace, no es sólo una frase trillada o de moda, cada ser humano lo ha experimentado y si no, lo hará en su momento. ¿Cuántas cosas hicimos y cuántas no? ¿Qué tanto puedes recordar? ¿Qué has borradoo ya de tu memoria? Escribo para desahogarme, sin importar quien o cuantas personas lean esto. Hace tiempo no lo hacía, lo encuentro reconfortante, procuraré hacerlo más seguido. Deseo una buena vida a quien en verdad lo merezca, a los que no, tan sólo estas pocas palabras son en su nombre. Termino aquí antes de pasar a escribir con furia, eso lo dejaré para otro día, quizá noche.

jueves, 10 de febrero de 2011

En mí bitácora...

Cuando me dispongo a escribir en un cuaderno mi experiencia en aquellas tierras que alguna vez fueron desconocidas pero que poco a poco mi erudición acerca de ellas fue creciendo no pude evitar el recordar los caminos recorridos, las cumbres escaladas, los húmedos rincones por los cuales pasé alguna vez, con tal ignorancia, que creí haber visto todo. Recuerdo bien aquella noche cuando caminaba por oscuros senderos, sólo acompañado por mi deseo de seguir avanzando, de conocer más allá de lo que mi imaginación había creado. Iba de sur a norte conociendo aquellas tierras vírgenes que se presentaban frente a mis ojos, mis pies pisaban una fina arena que antes de quemarme, agradaba a mis sentidos, no estaba acostumbrado a tal sensación. Aquellas tierras me habían maravillado en un instante, dejé de pensar en mí para convertirme en las costas que delimitaban la belleza del paisaje, pude palpar con mis manos la textura de cada centímetro que me rodeaba. Al adentrarme en aquel manantial y beber de su agua, el fuego de mi cuerpo fue domado, mi mente se aclaró y comenzé a probar los frutos de los árboles que salían del suelo casi en forma líquida. Las estrellas me miraban fíjamente observando cada movimiento que realizaba, podía hacer temblar la tierra si lastimaba alguna parte de ella mísma, el cielo llegó a llorar, derramó sus gotas de lluvia sobre aquella tierra fértil y delicada, de suave aroma y dulce sabor. Salí del túnel en el que me encontraba y así como la Luna me sonreía así le devolví la sonrisa y acaricié la luz que irradiaba sobre su ser. Intenté dejar esta isla pero me fue imposible, quedé apresado por la misma, las delicias y placeres que ofrecía a la vista, gusto, tacto, oido y olfato eran absolutamente innegables, sentí ser el navegante afortunado que encontraría frente a su humanidad un gran tesoro, que además de ser valioso, era un gran misterio, mi barco no zarpó más, mis anclas quedaron enterradas bajo el suelo marino, mi convicción era tanta que mi verdad dejó de ser real, pasé a una realidad alterna en la cual gozé de muchas maneras y sufrí de otras tantas. El conocimiento que fui adquiriendo con el tiempo en esa isla me hizo comprender no todas las cosas pero si las necesarias, levanté mis velas una vez más, elevé mis anclas, me coloqué en el timón pero no fijé el rumbo preciso, desde aquel momento he vagado por aguas inciertas, he visto a lo lejos otras tierras pero no he parado para visitarlas, he visto tierras, como la que acabo de narrar, que ya habían sido parte de mis viajes, siempre estarán en el camino del navegante, unas muy lejanas, otras no, algunas querrán que pises su suelo de nuevo, otras simplemente pasarán a tu lado como las blancas nubes que adornan el azul del cielo. Hasta ahora sigo en mi viaje, creo haber elegido mi destino más el camino es tan engañoso a veces que pudiera cambiar el rumbo sin siquiera darme cuenta. Sólo espero llegar a costas iguales o mejores que aquellas que visité y habité con tanta pasión.

viernes, 4 de febrero de 2011

Las dos caras de la moneda.

El día de ayer, febrero 3 del año 2011, fue un día que quizá a las nuevas generaciones llenó de gusto y no olvidarán por un tiempo, día en que en nuestra ciudad de Monterrey y demás municipios, por el clima frío que se presentó, llegó a caer nieve o algún derivado de ella. Mis ojos no pudieron ser testigos pero he sabido de varias fuentes que mucha gente se dió cita en Chipinque para admirar el helado fenómeno que presenciaban estas tierras. Por una parte fue una buena manera de despejar la mente de todas las tragedias que invaden esta ciudad, por un momento se dejó de hablar del narcotráfico, los secuestros, los asesinatos y demás actos de violencia y delincuencia para pasar a temas como el clima, la nieve entre otras cosas relacionadas. Por otro lado creo que pocas personas nos dimos cuenta y al menos yo lo noté hasta hace unas horas lamentablemente, que siempre hay dos caras de la moneda, existe aquel que ríe y el que llora, los contrarios. Durante todo el día escuché las molestias, quejas o inconformidades de las personas que sufrían por el frío que azotaba a la ciudad, la ilimitada ropa y un techo no bastaba. Mientras muchos hacían fila en sus autos para entrar a Chipinque había otros que apenas contaban con cuatro "paredes", si podemos llamarlas así, para soportar las inclemencias del clima, pienso en los enfermos y familiares de ellos que esperan afuera de las clinicas del Seguro Social en toda la ciudad, pienso ahora en la gente que ni siquiera posee un lugar donde vivir, ¿cuántos habrán soportado el frio? ¿cuántos tuvieron que ser llevados a albergues o hospitales?. Vivimos en una ciudad que está dividida por las clases socio-económicas, desgraciádamente aquí no podemos ganar todos, algunos dirán que es el curso normal de la naturaleza, otros que es voluntad de Dios, pero la realidad es así. Muchos que, aun estando entre sábanas y cobijas, no pararon de mostrar su molestia con la temperatura, aún con calentadores eléctricos y de gas, aparatos de aire acondicionado y todas las ventajas que la tecnología nos ofrece hoy en día, hubo personas que simplemente se hecharon a dormir para no tener que aguantar las bajas temperaturas, que suerte la de ellos. Seguramente personas fuera de la ciudad no tuvieron la misma fortuna, personas que viven en ejidos y comunidades rurales de muy escasos recursos imagino que tuvieron que haber pasado un muy difícil día tratando de calentarse y resisitir un día más bajo una metrópoli que aun en verano se muestra fria ante esta clase de situaciones. Es una lástima que nuestra mente esté en cosas más vanales y superficiales cuando, si mínimo nuestras acciones no pueden, que nuestro pensamiento, nuestra preocupación y nuestras intenciones estén en apoyar a las personas que dentro y fuera de nuestra comunidad, zona o área estén necesitando asistencia. Hemos ido perdiendo la sensibilidad y el asombro y el ser humano no puede permitirse a sí mismo esta desgracia. Somos generaciones tras generaciones que hemos  sido poblando estas regiones, todos venimos del mismo lugar, unos pertenecientes de familias de abolengo, otros, pero al final no existe una raza pura a quien se le deba ninguna clase de veneración, nuestro país se ha formado en el mestizaje y ésto nos ha llevado a crear una cultura independiente, no podemos dejarla atrás como si nunca hubiera existido. Informémonos, aprendamos y enseñemos.

martes, 25 de enero de 2011

Sueños, dilemas y decisiones.

 Es una mañana fría y he perdido el sueño a temprana hora, mis ojos no quieren volver a cerrarse y siento que mi día debe comenzar sin importar las inclemencias del tiempo. Acostado aun en la cama, estás a mi lado derecho, tan bella como eres en la naturaleza de tu ser, sin maquillaje, tu rostro está limpio, la poca luz solar que entra por la ventana alumbra tu castaño cabello y lo hace ver más claro, tus ojos siguen cerrados, tu sonrisa parcial me dice que disfrutas de tu sueño aun y me alegra verte tranquila y en paz. Te he  dejado descansar mientras me visto para ir a las calles, que aun son nuevas para mí todavía, pero les he encontrado un cierto gusto. Nueva casa, nueva ciudad, sentí miedo al principio pero ha quedado atrás junto a mi nostalgia, que estoy seguro volverá cuando sea adecuado pero mientras tanto podemos estar tranquilos tu y yo. Afuera sopla el viento, los árboles sacuden su ligera capa de blanca nieve la cual cae al suelo formando círculos alrededor de los largos troncos. Aparéntemente no muchas personas desean salir de sus casas ahora, una temperatura de tres grados centígrados no es muy agradable para algunos pero al menos me siento bien, mis manos tiemblan un poco y se me dificulta encender mi cigarrillo. Ahora recuerdo tu imagen, tu rostro, tu figura, soy afortunado al saber que cuando vuelva a casa estarás ahí, quizá aun dormida, respirando a un ritmo lento y suave o tal vez te encuentres despierta ya, tomando un café o comiendo una rebanada de pan, no importa lo que hicieras, tu belleza me mantendría ocupado que cualquier otra cosa que pase sería un evento irrelevante para mis ojos que cada día que te ven no pueden creer que tal maravilla se extienda frente a ellos. He llegado a mi destino, la verdad no se donde me encuentro, tengo la seguridad de que estoy en el lugar correcto más ignoro mi paradero, el Sol cada vez ilumina más intensamente y cada rayo solar que choca conmigo y mi entorno están cambiando el escenario donde me encuentro. ¿Qué está pasando? acaso estoy mirando mi antiguo hogar, mi antigua casa, mi pasado, ¿Estoy volviendo en el tiempo? no puedo entender la situación que acontece en mi presencia, niños corren a mi alrededor, gritan y saltan por todos lados, ya no hay más nieve, ni frío, el cielo se ha despejado y el Sol está sobre mi cabeza, reconozco el lugar, a mi madre, mis hermanos, mi familia, mi pasado cobraba vida frente a mis ojos y yo no sabía que hacer. De pronto dos caminos aperecen a mis pies, las imágenes de mi pasado lentamente se recorren hacia el lado izquierdo, mientras que una capa de humo, parecida a una nube aparecía por el lado derecho, era algo densa y no me dejaba ver que había detrás de ella aunque ligeramente se notaba que había algo ahí, la incertidumbre atacó mi mente y quedé bloqueado por un momento, mi visión fue oscureciéndose cada vez más y mi corazón latía más fuerte, parecía brincar fuera de mi pecho pero en un instante de desesperación unos suaves labios se posaron en mi mejilla derecha de pronto sentí que caía libremente hacia no se donde, antes de sentir algún impacto abrí mis ojos, estaba solo en mi recámara, acostado en mi cama individual, apenas amanecía y la temperatura ya era considerablemente alta, el ruido de los automóviles no faltaron y mi mente tan extasiada como confusa no tuvo otra opción más que hacer llorar al hombre que la contiene. Reflexioné sobre lo ocurrido sentado aun en mi cama, no había tal nieve, no existían tales árboles, no había niños corriendo ni caminos trazados, no estabas tú. Era yo otra vez, sólo yo.
No tengo otra opción más que soñarte y afortunadamente pueda recordar que lo hice cuando despierte.

lunes, 10 de enero de 2011

Una más de esas pláticas nocturnas conmigo mismo.

Los tuyos son ojos en el día y estrellas por la noche, muestran el sendero de la mañana y el del Sol cuando cae la tarde.

Después de aspirar el aire fresco de la noche, no tuve más opción que regresar al punto donde empezé, no recuerdo exactamente hace cuanto tiempo pero desde ese día que he comenzado a buscar nuevos horizontes, eres mi más grande reto pero este es tan impredecible que no se que pensar ahora, sigo mis pasos en este camino, vuelvo una y otra vez, estoy en reflexión constante, es lo que provocas en mí. Me siento como un pequeño ingenuo, un hombre lleno de ilusión y estupidez pero a la vez quiero verme de la manera contraria, quiero dejar atrás la vergüenza y conquistar la cima de esa montaña que no deja de aparecer en mi mente, día tras día. ¿Cómo tranquilizar este terremoto sentimental? Seré un dramático y más por las noches, no lo negaré; melancolía, nostalgia, soledad, no me deprimen, al contrario disfruto segundo a segundo en cada estado en el que me encuentro. ¡Oh hermosa dama de tierras lejanas! mi sentido común, mi lógica, no me deja creerte, hay algo que todavía no convence a mi razón pero que más da si el cielo en verdad es color azul, si existe un infierno o un paraíso, si la Tierra gira sus trescientos sesenta grados, que más da si si las aves continuan su vuelo o si el agua sigue fluyendo en los ríos, mares y océanos. Perseveraré en esta loca travesía, aun careciendo de credibilidad como Juana de Arco cuando enviaba su mensaje divino, mi proyecto va más allá de lo que un ser ordinario puede entender y no es por decir que tengo habilidades especiales, sino porque aquello que está escondido en lo más recóndito del ser, de la mente, del corazón, quieyro sacarlo y convertirlo en un hecho real. Razón y fantasía define gran parte de mí, el perfecto equilibrio entre estos dos factores puede llevarme a grandes cosas. Aun así los pies siempre se deben de mantener en suelo firme y no volar con alas que no existen.